El 16 de octubre desde casi diez años se celebra el Día Europeo del Paro Cardiaco. El motivo de esta celebración es que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en el continente europeo. En España se producen anualmente más de 25.000 paradas cardiacas. Aplicar las técnicas de reanimación cardiopulmonar de forma temprana, en los primeros 5 minutos, el índice de supervivencia aumentaría, superando el 10% actual.
La Cadena de Supervivencia es la clave para poder salvar vidas y mejorar este porcentaje:
• En primer lugar, las personas que presencian un paro cardíaco tienen que saber identificarlo ¿Cómo reacciona la víctima, qué síntomas presenta?.
• En segundo lugar, se debe aplicar las técnicas de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) precoz. Estas consisten en realizar compresiones torácicas y ventilaciones lo más a un ritmo de 100 compresiones por minuto. Para seguir el ritmo, se puede pensar en el ritmo de la canción “La Macarena”.
Según los datos de la Fundación Europea del Corazón en un 30 % de los casos no se aplican estas técnicas, a pesar de que su realización lograría duplicar las probabilidades de supervivencia de estos pacientes.
• El tercer paso consiste en aplicar una desfibrilación anticipada con un desfibrilador semiautomático. En este sentido, el aumento de las formaciones y concienciación en materia de desfibriladores, ha sido de gran importancia para salvar vidas. El desfibrilador es un sencillo aparato que permite restablecer el funcionamiento correcto del corazón de las personas.
• En el cuarto y último lugar, hay que esperar a la llegada de los servicios de emergencia, sin dejar de aplicar las maniobras de resituación cardiopulmonar.
Fomentar el cuidado del corazón es responsabilidad de todos, desde los ciudadanos hasta las instituciones públicas y privadas. Para ello, se imparten numerosos cursos de formación a población general anualmente. El principal objetivo es tener a la mayor parte de la población formada y lista para salvar vidas.
Causas de paro cardiaco
Un paro cardíaco se produce cuando de manera inesperada el corazón deja de bombear sangre, lo que deja al cerebro sin oxígeno y hace que la persona no pueda respirar y quede inconsciente. No hay que confundir un infarto o ataque cardíaco, con un paro cardíaco. En el infarto lo que ocurre es que el suministro de sangre al miocardio se interrumpe, debido al bloqueo de las arterias coronarias.
Las arritmias son una de las principales causas del paro cardíaco, que pueden llevar rápidamente al colapso total del corazón. Otras causas pueden ser miocardiopatías, que hacen referencia al tamaño del corazón, su forma y grosor. Estas pueden ser hereditarias, incluso miocarditis aguda, como inflamación del miocardio.
Paradas cardíacas repentinas
El último caso más conocido de paro cardíaco fue el del jugador de fútbol Christian Eriksen, pero no es el único. Fabrice Muamba en 2012 se desplomó en en pleno partido y su corazón dejó de latir durante 78 minutos.
Para muchos expertos los corazones de los deportistas y atletas están mucho más expuestos que el del resto de los ciudadanos. Estos están sometidos a grandes esfuerzos, pero también a muchos más controles y revisiones. Esto no quiere decir que un paro cardíaco le puede suceder a cualquiera en cualquier momento, no sólo a deportistas de alto rendimiento.
Cada segundo es importante
En España se producen 30.000 paradas cardiacas fuera del entorno hospitalario, sobre las que más se necesita una atención inmediata y aplicar las técnicas de RCP. De estas, solo una de cada 10 logran salvarse.
En el caso del futbolista Eriksen, el médico del equipo aseguró que se había salvado gracias a la rápida actuación de los que allí se encontraban. Pasados los 5 minutos, cada minuto que pasa reduce las probabilidades de supervivencia en 10%. Por ello, es tan importante saber cómo funciona un desfibrilador, saber dónde están ubicados y aprender a reaccionar en caso de presenciar un paro cardiaco.