
Aumentan los infartos en jóvenes: una alerta para la prevención cardiovascular
En los últimos años se ha observado un aumento de los infartos en jóvenes en España y en otros países europeos. Aunque tradicionalmente las enfermedades cardiovasculares se han asociado a personas mayores, cada vez más casos se dan en población menor de 45 años. Este fenómeno preocupa a cardiólogos y especialistas en salud pública, ya que pone de manifiesto la importancia de la prevención cardiovascular desde edades tempranas.
¿Por qué aumentan los infartos en jóvenes?
Según la Fundación Española del Corazón, varios factores están influyendo en el incremento de episodios cardíacos en personas jóvenes:
- Mala alimentación y consumo excesivo de ultraprocesados.
- Sedentarismo y falta de actividad física regular.
- Estrés y ansiedad crónica, cada vez más presentes en adolescentes y adultos jóvenes.
- Consumo de tabaco, alcohol y drogas, que afecta directamente a la salud del corazón.
- Factores genéticos y antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.

Un dato especialmente preocupante es que muchos jóvenes desconocen su estado de salud cardiovascular y no se realizan chequeos médicos periódicos.
Síntomas de un infarto en jóvenes
Aunque pueden variar, los síntomas más comunes son:
- Dolor u opresión en el pecho que se extiende al brazo, cuello o mandíbula.
- Sudor frío y mareos.
- Dificultad para respirar.
- Palpitaciones intensas o sensación de “corazón acelerado”.
Es fundamental no ignorar estos síntomas y llamar inmediatamente al 112 para activar los servicios de emergencia.
La importancia de la cardioprotección
El aumento de infartos en jóvenes resalta la necesidad de espacios cardioprotegidos con desfibriladores (DESA/DEA) accesibles en universidades, centros deportivos, colegios, empresas y lugares públicos.
La parada cardiorrespiratoria requiere una actuación inmediata:
- Llamar al 112.
- Iniciar maniobras de RCP.
- Usar el desfibrilador más cercano.
Cada minuto cuenta: por cada minuto sin atención, las probabilidades de supervivencia se reducen en un 10%.
Prevención y hábitos saludables
La mejor manera de reducir el riesgo es apostar por la prevención:
- Seguir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y proteínas de calidad.
- Evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas.
- Realizar actividad física al menos 150 minutos a la semana.
- Controlar la presión arterial, el colesterol y la glucosa.
- Realizar chequeos médicos regulares, especialmente si hay antecedentes familiares.
Los infartos en jóvenes son una realidad creciente que exige una respuesta desde la prevención y la cardioprotección. Formarse en maniobras de RCP, contar con desfibriladores en espacios públicos y adoptar hábitos de vida saludables son pasos esenciales para proteger el corazón desde edades tempranas.
En Almas Industries trabajamos para acercar la cardioprotección a empresas, centros educativos y deportivos, contribuyendo a salvar vidas ante emergencias cardíacas.
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