Los desfibriladores más presentes en navidad
En los últimos 5 años el número de espacios cardioprotegidos ha aumentado un 25% . Gracias a las diferentes normativas de las comunidades autónomas entorno a la instalación de desfibriladores y una creciente concienciación entre la población, el mapa de cardioprotección en España es muy diferente al de hace unos años.
En navidad son muy comunes los excesos como comer más, beber más alcohol, las personas se reúnen en puntos muy concurridos provocando aglomeraciones… Una serie de circunstancias que incrementan el riesgo de sufrir un accidente cardíaco. Afortunadamente, cada vez son más los establecimientos comerciales que disponen de desfibriladores y de personal entrenado en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y Soporte Vital Básico.
Normativa en cada Comunidad
En comunidades como Cataluña y Andalucía, el desfibrilador debe estar obligatoriamente presente en espacios con capacidad superior a 5.000 personas. En el País Vasco la Ley señala que los establecimientos con aforo superior a 700 personas deben disponer de desfibrilador.
En Canarias esta obligación se extiende a teatros municipales, auditorios y salas de congresos con aforo superior a 1.000 personas. En Asturias, los establecimientos, locales e instalaciones en las que se desarrollen espectáculos públicos y actividades recreativas, con aforo autorizado superior a 750 personas, deben estar cardioprotegidos con desfibriladores.
En Madrid, afecta a los establecimientos públicos con un aforo igual o superior a 2.000 personas. Por su parte, en la Comunidad Valenciana es obligatorio que los espacios públicos con un aforo igual o superior a 1.000 personas deben estar equipado con uno de estos equipos.
Mejorar la capacidad de respuesta
“La apuesta por la cardioprotección -indica el CEO de B+Safe- debe ir acompañada de la disponibilidad de personal formado en RCP y SVB y en el uso de estos equipos, para mejorar su capacidad de respuesta ante un accidente cardiaco”. Los primeros minutos tras una parada cardiorrespiratoria son claves para quien la sufre. Si se encuentra cerca una persona que pueda practicar una reanimación cardiopulmonar (RCP), sus posibilidades de supervivencia se multiplican. Por el contrario, cada minuto que pasa sin que se comiencen a practicar las técnicas de RCP, las posibilidades de sobrevivir sin secuelas disminuyen un 10%.
Prevención como medida para reducir la mortalidad
La Cadena de supervivencia comienza comprobando si la persona está inconsciente y no respira. El siguiente paso es llamar al servicio de emergencias (112) indicando lo que ocurre y el lugar exacto en donde nos encontramos. A continuación, se debe iniciar la RCP y aplicar el desfibrilador, hasta la llegada de los servicios de emergencia.
Sin embargo, según el “Estudio Cardioprotección en España 2016”, el 70% de la población no sabría cómo actuar ante una situación como esta.