Los desfibriladores protagonistas del ‘Turismo sanitario’
Los profesionales del sector miran hacia el turismo sanitario como el futuro de la industria. Muchos hoteles ya se adelantaron con la instalación de desfibriladores para preservar la salud cardivascular de sus clientes.
Muchos profesionales médicos apuntan que una de las secuelas del coronavirus serán los problemas cardíacos, debido a que durante la enfermedad habrán sufrido una alteración del sistema inmune, inflamación y aumento de coagulación, lo que favorece las paradas cardíacas.
El contar con un o varios desfibriladores en sus instalaciones pasará de ser un valor añadido, a un elemento indispensable. Los hoteles van a tener que esforzarse para ser referentes en el cuidado de la salud de una manera integral.
Este es el único modo de que la población confíe en hacer uso de sus servicios y desaparezca todo sentimiento de inseguridad.
El turismo sanitario después de COVID19
El COVID-19 afecta a órganos como los pulmones, pero también de manera muy acusada al corazón. En los pacientes que ya presentaban una enfermedad cardiovascular previa, aumenta el riesgo de sufrir complicaciones.
Después de numerosos casos de estudio, las enfermedades cardíacas no son solo causa, sino también consecuencia del coronavirus.
La Vanguardia publicaba como una de cada cinco personas hospitalizadas por la Covid-19 sufría daños en el corazón, según un estudio de 416 pacientes tratados en Wuhan. Además de sobrecargar el corazón, también se sabe que la COVID-19 puede producir un daño directo infeccioso e inflamatorio sobre el músculo cardíaco.
Nuevos síntomas cardiovasculares
Aunque todavía es pronto para saber cómo afectará el COVID-19 a los diferentes perfiles de pacientes, una vez superada la enfermedad, es clave estudiar las complicaciones cardiovasculares como la fibrosis miocárdica, la hipertensión pulmonar, insuficiencia cardíaca y el riesgo de arritmias.
Muchos hoteles y complejos turísticos cuentan con actividades que implican fuerzo físico; como aquafitness, gimnasios, piscinas, etc., El desfibrilador es fundamental en caso de sufrir un accidente cardíaco. Si las personas con secuelas cardíacas van a aumentar, entonces:
¿Qué mejor que pasar el tiempo de mis vacaciones en un lugar que va a poder atenderme si sufro una parada cardíaca?
Todo esto recuerda al conocido como ‘turismo sanitario’, un tipo de turismo de ocio donde las medidas sanitarias que toma la industria del turismo están enfocadas a preservar y cuidar de la salud de la personas en cada momento.
Así pues, aquellos hoteles que cuenten con un desfibrilador en sus instalaciones irán por delante del resto de su competencia, dado que el cuidado y la salud está más que nunca en la mente de los consumidores.