La cardioprotección de espacios públicos es una iniciativa preventiva que tiene como objetivo disminuir el número de fallecimientos por muerte súbita. Para ello, ayuntamientos e instituciones apuestan por la instalación de desfibriladores y la formación en técnicas de reanimación básica.
Los desfibriladores semiautomáticos son equipos de uso muy sencillo. Los podemos encontrar señalizados con las siglas ‘DESA’, en soportes como vitrinas o tótems. La función que cumple un desfibrilador es analizar el ritmo cardíaco de la persona y proporcionar una descarga controlada en caso de que la víctima lo necesite. Nunca proporcionan una descarga si no es necesaria.
Ante una parada cardíaca repentina de una persona, el tiempo es un elemento que debemos tener en cuenta. Por cada minuto que pasa disminuyen las posibilidades de supervivencia, ya que la persona no respira. Por esta razón es fundamental comenzar la reanimación lo antes posible.
¿Cómo actuamos? Comprobamos que la víctima está inconsciente y no respira. Llamamos de inmediato al 112 (algunos desfibriladores incluyen la llamada) y comenzamos a realizar el masaje cardíaco. Al mismo tiempo solicitamos que nos traigan el desfibrilador. Encendemos el equipo y seguimos las instrucciones que nos dice hasta la llegada de la ambulancia.
¿Qué zonas o lugares cardioproteger con desfibriladores?
En aquellas zonas públicas donde podamos acceder al equipo en caso necesario. Muchos ayuntamientos optan por su instalación en dependencias municipales, calles con afluencia de personas, espacios deportivos, coches policía, bomberos, protección civil, etc.
Dependiendo del lugar donde estén instalados, podemos encontrarlos en diferentes soportes. Por ejemplo, tótems en calles y avenidas, vitrinas de protección en pared, maletines para vehículos. Otro aspecto a valorar es la integración de sistemas de llamada al 112. Como hemos comentado anteriormente, algunos desfibriladores incorporan sistema de llamada a los servicios de emergencia, algo que contribuye a agilizar el proceso de asistencia a la víctima.
¿Qué es necesario para crear espacios cardioprotegidos?
En primer lugar debemos tener en cuenta los requisitos y normativas de cada Comunidad Autónoma, que regulan tanto la instalación como la formación y registro.
La formación homologada comprende tanto las técnicas de masaje cardíaco (RCP – Reanimación Cardiopulmonar) como el uso del desfibrilador. Son pequeñas formaciones con parte teórica y práctica, donde además también se aprende las pautas básicas para tratar otras emergencias, como es el caso de atragantamientos.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es el mantenimiento del desfibrilador. Los equipos deben estar en buen estado y siempre operativos para su uso. Revisar caducidades de consumibles como electrodos o baterías, así como revisiones periódicas que garanticen que el equipo funciona correcto.
En ALMAS INDUSTRIES ofrecemos un servicio de cardioprotección integral DOC, que incluye instalación, formación inicial homologada y mantenimiento, dentro de nuestro sistema de asistencia ‘full service’. Solicita información sin compromiso, nuestro equipo te asesora en todo lo que necesites.