RCP: las siglas que salvan vidas
Para algunos es una maniobra muy conocida, pero aún muchas personas desconocen el significado de estas tres siglas. Se trata de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y es una técnica que se emplea para restablecer el ritmo cardíaco en una parada cardíaca.
El uso de la RCP
Las técnicas de reanimación cardiopulmonar tienen mucha historia y muchos avances. La nueva técnica de RCP se remonta a finales de los años 50 y principios de los 60, evolucionando e incorporando nuevas recomendaciones.
La RCP permite la oxigenación de los órganos vitales y el bombeo de sangre cuando ésta se detiene súbitamente. La maniobra se compone de dos partes fundamentales: compresiones en el centro del pecho y ventilaciones (respiración artificial), complementado actualmente con el uso del desfibrilador.
Estos pasos se emplean en cualquier lugar, y es la técnica más apropiada para reanimar a una persona, ya sea en ámbito hospitalario o en el exterior.
¿Cómo se realiza?
Para realizar el masaje cardíaco tenemos que comprobar primero el estado de la víctima. Preguntamos si se encuentra bien para ver si está consciente o no. Si no responde, comprobamos su respiración con la técnica de Ver, Oir, Sentir.
Observamos el movimiento de su pecho y sentimos su respiración (acercándonos a su boca o nariz para sentir la expulsión del aire). Si no respira, la persona está en parada cardiorrespiratoria y debemos empezar cuando antes con el masaje cardíaco o RCP. Ante cualquier duda de si la persona respira o no, es conveniente realizar la RCP.
Masaje cardíaco
Enlazamos nuestras manos y estiramos los brazos, situándonos encima de la persona desvanecida. Colocamos la palma de la mano en el centro del pecho y realizamos 30 compresiones torácicas. Combinamos las 30 compresiones con 2 ventilaciones boca a boca.
Ante la situación de Covi-19 se recomienda realizar solo compresiones torácicas, y si no conocemos a la persona y no disponemos de protector, también. Clic aquí para conocer el protocolo Covid-19.